Wednesday, May 18, 2011


LA PROEZA DEL HOMBRE

Ha muerto un hombre.
No sé ni su nombre
ni me asombra su edad,
ni me acuerdo el vestido
que portó en el disfraz.
Hoy se ha muerto un hombre.
Dicen los que lloran,
que era pura piedad,
e imaginan que el pobre
subirá por la escala
ocupado en la carga
de pensar en su paz.
Me pregunto si el hombre
que adoptó sucumbir,
se subió con coraje
al pequeño carruaje
que dispuso al partir;
si es verdad lo que dicen:
que hay horarios honestos
que disponen los sabios
para saber morir.
Yo no lloro con ellos,
la aventura es vivir
y cualquiera se muere
cuando quiere morir.
La más grande proeza
que revelo en el hombre
no es partir con arpegios
y que el otro se asombre
porque ignora lo cerca
que se oculta el allá.
Lo admirable del hombre
que transita la vida,
es morirse de viejo
con el alma erguida
sin saber donde va.
Aquel que lo logre
viajará en las simientes
floreciendo en el orbe
con el fruto del siempre.

Norberto Pannone


Recuerdos y Nostalgias


La nostalgia no es el recuerdo al que rezamos.
El recuerdo es una foto fría.
La nostalgia es la emoción que fuga de la imagen.
La imagen es una mancha amarilla de papel
que se avejenta en el orbe temporal.
Sólo la nostalgia es indeleble
Sólo la nostalgia perdura omnipotente
y permanece en aquello que fue Dios:
La ternura, El placer, El amor, La pasión...
Esa maldita nostalgia, a veces tan hermosa
captura el paso del horror
y me condena.
Y la distancia se escarcha en los barrotes legendarios
del dolor.
Y me pare poeta
en un catre de vino
arrullado en el humo del tabaco mejor.
Y la veo en los días donde a veces pienso
que hilvané algunos versos
para amarte mejor

-Vuelvo en el canto del mítico gorrión
para alegrar tus mañanas de sol...
y el eco de tu voz resuena
en el anémico jardín de la ilusión-.

Sólo la imagen me abruma
como esa foto de amarillo cartón
donde ha muerto el color.
Sólo la nostalgia me desnuda.
¿Cómo regreso en el tiempo
a confesar mi nostalgia?

Norberto Pannone